No uses tu inteligencia ahora
déjala descansar un instante
reposa tu nuca en mi almoada
y háblame de tu tristeza
deja que el aire pasee en tu pecho
como una brisa otoñal
caricias y palabras como regalos
tenemos tan solo esta noche
y harémos de ella un siglo de amor
no te conosco, no me conoces
¡que suerte tenemos!
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario